El recurso contencioso administrativo es un mecanismo legal que posibilita presentar reclamaciones ante actos de la Administración Pública o disposiciones de carácter general. Este recurso se utiliza cuando se ha agotado la vía administrativa y la entidad administrativa ha determinado que no es posible continuar con el procedimiento.
La finalidad del recurso contencioso administrativo radica en resolver conflictos que surgen entre un ciudadano y una entidad gubernamental, conflictos que pueden causar perjuicio o vulnerar los derechos e intereses legítimos de la persona afectada. A través de este recurso, los tribunales pueden emitir resoluciones que pongan fin a la situación en disputa.
La Ley 29/1998 es la normativa que regula la Jurisdicción Contencioso-Administrativa, y en ella se establecen las condiciones y procedimientos que deben seguir quienes deseen interponer recursos contenciosos administrativos, así como las normativas que rigen la actuación de los tribunales en estos casos.
¿Cuándo se utiliza el recurso contencioso administrativo?
El recurso contencioso administrativo se utiliza en situaciones en las que se han agotado los recursos proporcionados por la Administración sin obtener resultados satisfactorios en las reclamaciones. Puede ser empleado para abordar daños causados tanto por acciones o decisiones de la Administración Pública como por su omisión en cumplir con sus responsabilidades.
En otras palabras, este recurso puede ser presentado cuando se busca reparar perjuicios derivados tanto de acciones cometidas por la entidad administrativa como de las acciones que deberían haber sido realizadas pero no lo fueron.
Cualquier persona, ya sea física o jurídica, tiene el derecho de presentar este recurso cuando considera que ha sufrido o está sufriendo perjuicios. Además, entidades como sindicatos, asociaciones, grupos y organizaciones de diversa índole están facultadas para utilizar esta herramienta. En resumen, el recurso contencioso administrativo es una herramienta al alcance de los ciudadanos y entidades para proteger y defender sus intereses.
Tipos de Recursos Contencioso-Administrativos
Existen tres categorías de recursos contencioso-administrativos que se pueden distinguir:
Procedimiento Contencioso Administrativo Abreviado: Este procedimiento se utiliza cuando la cuantía de la demanda no supera cierto valor establecido en la actualidad. Además, se aplica en resoluciones relacionadas con asuntos de extranjería y en casos en los que una solicitud de asilo político no ha sido resuelta de manera favorable. También se emplea en la resolución de conflictos relacionados con la disciplina deportiva en cuestiones de dopaje. Los funcionarios públicos de carrera pueden recurrir a este procedimiento cuando presentan una demanda relacionada con asuntos de personal vinculados a su relación de servicio con la entidad pública para la que trabajan.
Procedimiento Contencioso Administrativo Ordinario: Este es el tipo de recurso contencioso-administrativo más común. Se utiliza cuando una persona o entidad no está satisfecha con un acto administrativo y ha agotado todos los recursos administrativos disponibles para realizar una reclamación.
Recurso Administrativo para la Protección de Derechos Fundamentales: Este procedimiento es especial y se interpone cuando se solicita protección judicial para salvaguardar los derechos y libertades establecidos en el artículo 53.2 de la Constitución Española. Dicho artículo establece que cualquier ciudadano puede buscar la tutela de las libertades y derechos reconocidos en el artículo 14 y la Sección primera del Capítulo segundo ante los tribunales ordinarios, siguiendo un procedimiento basado en los principios de preferencia y sumariedad. Además, en casos apropiados, se puede recurrir al Tribunal Constitucional a través del recurso de amparo. Este último recurso es aplicable a situaciones como la objeción de conciencia reconocida en el artículo 30 de la Constitución Española.
Cómo Presentar un Recurso Contencioso Administrativo
Para iniciar el proceso de interponer un recurso contencioso administrativo, se deben seguir los siguientes pasos:
- Presentación de Escrito: El primer paso es redactar y presentar un escrito en el que se formule la solicitud correspondiente. En este documento, se deben detallar los argumentos y proporcionar la información relacionada con el caso específico.
- Especificación del Objeto del Recurso: Es crucial indicar de manera precisa si se está recurriendo una acción, una resolución específica o la inactividad de la Administración Pública. También es fundamental exponer los argumentos que sustentan el perjuicio sufrido por parte del solicitante.
- Documentación Anexa: Se debe adjuntar un anexo que contenga todos los documentos mencionados en el escrito y que respalden la fundamentación del recurso. Esto incluye el acto administrativo objeto de impugnación y cualquier otra documentación relevante que demuestre que se cumplen los requisitos para iniciar este procedimiento.
Al seguir estos pasos, se inicia el proceso de interposición de un recurso contencioso administrativo, permitiendo que el demandante presente su caso de manera adecuada y respaldada por la documentación necesaria.
Dónde Realizar la Presentación del Recurso Contencioso Administrativo
El escrito junto con su anexo documental deberán ser presentados ante el tribunal especializado en lo contencioso administrativo de la localidad correspondiente. En este proceso, es un requisito obligatorio contar con la representación de un abogado, y en algunos casos, es necesario tener un procurador.
Además de la jurisdicción local, también es posible presentar el recurso ante las salas de la Audiencia Nacional, los Tribunales Superiores de Justicia o el Tribunal Supremo. En estas instancias, es imprescindible contar con la asistencia legal de un abogado y la representación de un procurador.
Cabe mencionar que el Ministerio Fiscal, la Administración de la comunidad autónoma y la Administración del Estado son otras entidades ante las cuales es viable presentar el recurso contencioso administrativo.
Plazos para la Presentación del Recurso
La persona afectada cuenta con un período de 60 días, que comienza a contar desde el día siguiente a la notificación o publicación del acto que se desea impugnar, para presentar el recurso contencioso administrativo.
En situaciones donde la Administración no emite una resolución en el plazo legal, se considera un “acto presunto”, conocido como “silencio administrativo”, ya que la entidad pública no proporciona una respuesta a la solicitud presentada por el individuo. En este escenario, la legislación permite al interesado recurrir al tribunal mediante un recurso.
En el caso de impugnar un acto presunto, el plazo disponible se extiende hasta los 6 meses a partir del día siguiente al inicio del período de silencio administrativo.
Tipos de Sentencias en un Recurso Contencioso Administrativo
La sentencia representa el veredicto final en el proceso que se inicia con la presentación del recurso contencioso administrativo, y en ella se refleja la decisión del juez o tribunal. Tras analizar el recurso, el juez puede tomar varias acciones:
- Declarar la Inadmisibilidad del Recurso Contencioso Administrativo: La ley contempla diversas razones para esta decisión, como defectos en la tramitación o presentación fuera de plazo.
- Estimar el Recurso Contencioso Administrativo: En esta situación, el juez reconoce la validez de la reclamación y constata el error cometido por la entidad pública. La sentencia corrige la actuación de la Administración.
- Desestimar el Recurso Contencioso Administrativo: Este veredicto se emite cuando la actuación de la Administración impugnada se ajusta a la legalidad, y, por tanto, se considera válida.
El proceso también puede concluir cuando el interesado decide abandonar el procedimiento o cuando la Administración demandada reconoce que la parte que presenta el recurso tiene razón. Además, el recurso puede quedar sin efecto si ambas partes llegan a un acuerdo.
Es importante resaltar que el proceso de un recurso contencioso administrativo es altamente técnico, y tanto el escrito inicial como la argumentación desempeñan un papel crucial. En consecuencia, contar con la asesoría de un abogado especializado es esencial para navegar eficazmente a lo largo del procedimiento.
