¿Qué diferencia hay entre un abogado de familia y un procurador?

Si alguna vez has tenido que enfrentarte a un proceso judicial, es probable que hayas escuchado frases como “necesitarás un abogado y un procurador”. Pero, ¿sabes realmente qué funciones cumplen cada uno y cómo se diferencian, especialmente cuando hablamos de un abogado de familia?

En este artículo, te explicaremos las responsabilidades de cada uno y te ayudaremos a entender en qué se diferencian, para que estés bien informado cuando afrontes un caso legal.

Funciones del procurador

Un procurador es un profesional del derecho cuya principal función es representar a los litigantes en los tribunales, es decir, a las personas que participan en un proceso judicial, ya sean particulares o empresas. Su trabajo se centra en llevar a cabo trámites judiciales esenciales, asegurando que el caso avance sin retrasos.

Los procuradores tienen un papel clave en el sistema judicial porque gestionan todas las notificaciones y documentos legales, facilitando así el trabajo del abogado y garantizando que el proceso sea lo más ágil y eficiente posible. De esta manera, la persona representada no tiene que acudir personalmente al tribunal para verificar el estado de su caso, ya que el procurador lo hace por ellos.

Algunas de las funciones más comunes del procurador son:

  • Controlar y dar seguimiento a cada trámite procesal ante los juzgados y tribunales.
  • Presentar escritos y documentos ante el tribunal que hayan sido redactados por el abogado.
  • Notificar al abogado y al cliente sobre las resoluciones judiciales y el estado del proceso.
  • Realizar los pagos de las tasas judiciales.
  • Publicar edictos, anuncios oficiales o carteles en los boletines oficiales.

En resumen, el procurador tiene un papel crucial en el proceso judicial, asegurando que los plazos y trámites se cumplan, evitando así cualquier retraso innecesario.

¿Qué es un abogado de familia?

Un abogado de familia es el profesional especializado en derecho de familia, que asesora y representa a sus clientes en casos relacionados con el ámbito familiar, como divorcios, separaciones, adopciones, herencias, custodias, entre otros. A diferencia del procurador, el abogado es quien defiende activamente los intereses de su cliente en el juicio, argumentando a su favor y proponiendo soluciones legales adecuadas para su situación.

Entre las funciones más importantes de un abogado de familia se encuentran:

  • Asesorar y orientar al cliente sobre sus derechos y las mejores estrategias legales en casos familiares.
  • Redactar demandas, contestaciones y otros escritos legales necesarios para el proceso.
  • Representar al cliente en las vistas judiciales, defendiendo su postura y planteando pruebas y alegaciones.
  • Negociar acuerdos entre las partes para evitar un litigio prolongado.
  • Ayudar en la ejecución de sentencias y en el cumplimiento de acuerdos judiciales.

En un proceso judicial de familia, como un divorcio o la resolución de la custodia de los hijos, el abogado es quien maneja todo el aspecto legal, buscando la mejor resolución para su cliente.

Diferencias entre un procurador y un abogado de familia

A grandes rasgos, la diferencia más notable es que el procurador representa a su cliente en el proceso judicial de forma administrativa y logística, mientras que el abogado de familia es quien defiende sus intereses y lo asesora legalmente. Estas dos figuras son complementarias, pero sus funciones son distintas y no intercambiables.

  1. El procurador representa, el abogado defiende:
    El procurador es responsable de presentar los documentos y de que todo el proceso judicial se realice en tiempo y forma. Por otro lado, el abogado es quien prepara esos documentos y defiende los intereses de su cliente en el tribunal.
  2. El abogado puede litigar, el procurador no:
    El abogado de familia es quien puede interrogar a testigos, formular alegaciones y realizar la defensa ante el tribunal. El procurador no tiene estas funciones y no puede intervenir de esa manera durante un juicio.
  3. No pueden sustituirse entre sí:
    Un procurador no puede actuar como abogado, ni viceversa. Si un cliente se presenta en una audiencia sin su procurador, el tribunal puede considerarlo como incomparecido, incluso si el abogado está presente.

¿Cuándo es necesario un procurador?

En la mayoría de los casos judiciales, como los relacionados con derecho de familia, es obligatorio contar con un procurador. Sin embargo, existen algunas excepciones, como en juicios verbales con cuantías inferiores a los 2.000 euros o en la fase inicial de un proceso monitorio. En estos casos, se puede prescindir de un procurador y el cliente puede representarse a sí mismo.

Conclusión

Tanto el abogado de familia como el procurador tienen roles fundamentales dentro del sistema judicial. El abogado es el encargado de asesorar y defender a su cliente, mientras que el procurador se encarga de gestionar todo el proceso judicial y de garantizar que se cumplan los plazos y trámites correctamente. En Muñoz y Quesada, contamos con un equipo de abogados especializados en derecho de familia que, junto a nuestros procuradores de confianza, pueden brindarte la mejor asistencia legal posible. Si necesitas más información o tienes dudas, no dudes en consultarnos.

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