La custodia compartida sin pernocta es un modelo de convivencia en el que ambos progenitores participan activamente en la crianza de sus hijos, pero sin que los menores duerman en el domicilio de uno de ellos.
Es una alternativa a la custodia compartida tradicional y busca el bienestar del menor mientras se mantiene la implicación de ambos padres.
¿En qué consiste la custodia compartida sin pernocta?
En este tipo de custodia, el tiempo con los hijos se distribuye entre ambos progenitores, pero las pernoctas solo se realizan en el domicilio de uno de ellos. Esto significa que el menor pasa las tardes, fines de semana o incluso parte de las vacaciones con el progenitor no custodio, pero regresa a dormir siempre al hogar del progenitor custodio.
¿Cuándo se aplica?
Este modelo de custodia puede aplicarse en diversas circunstancias, entre las que destacan:
- Cuando uno de los progenitores no dispone de un domicilio adecuado para que el menor pernocte.
- Si el menor es muy pequeño y se considera que necesita estabilidad nocturna.
- En casos donde los horarios laborales de uno de los progenitores dificultan la pernocta.
- Si existe un acuerdo entre los padres que prioriza el bienestar del menor sin alterar su rutina nocturna.
Ventajas de la custodia compartida sin pernocta
Optar por este modelo de custodia puede aportar diversos beneficios tanto para los hijos como para los padres:
- Estabilidad para el menor: Al dormir siempre en el mismo domicilio, se mantiene una rutina constante y un entorno estable.
- Relación continua con ambos progenitores: A pesar de no pernoctar, el menor sigue manteniendo una convivencia activa con ambos padres.
- Facilidad en la organización: Puede ser más sencillo gestionar los tiempos sin necesidad de traslados nocturnos.
- Reducción de conflictos: En algunos casos, puede disminuir la tensión entre progenitores al no tener que coordinar cambios de domicilio nocturnos.
¿Se puede modificar este tipo de custodia?
La custodia compartida sin pernocta no es una situación inamovible.
Si las circunstancias cambian, como una mejora en la situación habitacional del progenitor no custodio o la adaptación del menor a una custodia más equitativa, es posible solicitar una modificación de medidas. En estos casos, es recomendable contar con el asesoramiento de un abogado especializado en derecho de familia para evaluar las mejores opciones.
La custodia compartida sin pernocta es una solución flexible que permite a ambos progenitores compartir la crianza de sus hijos sin alterar su estabilidad nocturna. Cada caso es único, por lo que es fundamental analizar la situación familiar y el interés superior del menor antes de optar por este modelo.
Si necesitas asesoramiento legal sobre custodia compartida, en Muñoz y Quesada somos expertos en derecho de familia y podemos ayudarte a encontrar la mejor solución para tu caso.